Muy
fácil, consiste en que al hacer cosas por alguien simplemente las hagamos, sin
esperar agradecimientos.
Nuestras
acciones en este mundo son como un búmeran: si hacemos el bien, entonces nos
pasarán cosas buenas; por otro lado, si causamos conflicto o separación, esas
cosas regresarán a nosotros. Simplemente, el Creador no puede darnos más de lo
que nosotros damos a los demás.
No
necesitamos una razón para empezar. Cedamos el asiento, cedamos el paso,
cuidemos de usar palabras amables,
tiernas, amorosas, en nuestro decir, en nuestro modo de comportarnos. No seamos
bruscos, violentos, carentes de sinceridad. No importa si al hacer el bien nos
pagan con mal, el hacer el bien mismo es nuestra recompensa.
Feliz
domingo.
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