Utiliza tu mente para imaginar lo que quieres, ya cumplido. No pienses en los medios, en las maneras de llegar allí en ese momento de visualizarlo, sólo imagínalo ya cumplido.
Luego, siente la emoción de tener ese sueño ya cumplido y sobre todo, siente el cuerpo, siente en el cuerpo esa emoción como si lo estuvieras viviendo y luego suéltalo todo en las manos de Dios.
Soltar no es resignarse; es dejarlo que se cocine.
Luego, siente la emoción de tener ese sueño ya cumplido y sobre todo, siente el cuerpo, siente en el cuerpo esa emoción como si lo estuvieras viviendo y luego suéltalo todo en las manos de Dios.
Soltar no es resignarse; es dejarlo que se cocine.
Feliz Domingo
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