domingo, 2 de septiembre de 2012

Si quieres convertir a alguien en un inútil, sólo tienes que darle todo.

El peor regalo que le puedes dar a una persona es darle todo. Quien quiera anual a otro, sólo tiene que evitarle el esfuerzo, impedirle que trabaje, que proponga, que se enfrente a los problemas de cada día, que tenga que resolver dificultades.

Regálale todo: la comida, la diversión y todo lo que pida. Así le evitas usar todas las potencialidades que tiene, sacar recursos que desconocía y desplegar su creatividad. Quien vive de lo regalado se anula como persona y se vuelve perezoso. Aquellos que por “amor” o demagogia le regalan todo a la gente, la vuelven la más pobre entre los pobres.

Es una de las caras de la miseria humana: carecer de iniciativa, desaprovechar los talentos, potencialidades y capacidades con que están dotados los seres humanos.

Quien ha recibido todo regalado se transforma en un indigente porque asume la posición de victima que sólo se queja. Cree que los demás tienen la obligación de ponerle todo en las manos y considera el trabajo como una desgracia.

Es muy difícil que quien ha recibido todo regalado, algún día quiera convertirse en un ser útil para sí mismo. Le parece que todos a su alrededor son responsables de hacerle vivir bien, y cuando esa “ayuda” no llega, culpa a los demás de su desgracia.

En conclusión el darle todo a alguien en vez de ayudarlo, le estamos haciendo el pero de los daños.

Valga el siguiente proverbio Chino para cerrar: Dame un pez y cenaré esta noche, enséñame a pescar y cenaré siempre.

Feliz Domingo

1 comentario:

  1. Muy cierto. Cuantas veces, por intentar ayudar estamos haciendo un daño más profundo.

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