Regálale
todo: la comida, la diversión y todo lo que pida. Así le evitas usar todas las
potencialidades que tiene, sacar recursos que desconocía y desplegar su
creatividad. Quien vive de lo regalado se anula como persona y se vuelve
perezoso. Aquellos que por “amor” o demagogia le regalan todo a la gente, la
vuelven la más pobre entre los pobres.
Es
una de las caras de la miseria humana: carecer de iniciativa, desaprovechar los
talentos, potencialidades y capacidades con que están dotados los seres
humanos.
Quien
ha recibido todo regalado se transforma en un indigente porque asume la
posición de victima que sólo se queja. Cree que los demás tienen la obligación
de ponerle todo en las manos y considera el trabajo como una desgracia.
Es
muy difícil que quien ha recibido todo regalado, algún día quiera convertirse
en un ser útil para sí mismo. Le parece que todos a su alrededor son responsables
de hacerle vivir bien, y cuando esa “ayuda” no llega, culpa a los demás de su
desgracia.
En
conclusión el darle todo a alguien en vez de ayudarlo, le estamos haciendo el
pero de los daños.
Valga
el siguiente proverbio Chino para cerrar: Dame un pez y cenaré esta noche,
enséñame a pescar y cenaré siempre.
Feliz Domingo
Muy cierto. Cuantas veces, por intentar ayudar estamos haciendo un daño más profundo.
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